La guerra por el control de las mentes y los corazones es uno de los aspectos principales en eventos como en los que estos días se viven en la sociedad hondureña. Los golpistas lo saben y es por eso que están dispuestos en una batalla por imponer la censura a todos los medios de comunicación que no obedecen a sus intereses y evitar que los ciudadanos conozcan los hechos.
Muchos de ellos transmitían novelas y sorteos de lotería en la tarde del lunes, en el mismo momento en que el país se enfrentaba a una grave crisis institucional desatada por el secuestro de su Presidente.
En esta nota ustedes podrán leer los testimonios de dos responsables de medios de comunicación que sufrieron las consecuencias de informar a la sociedad hondureña los acontecimientos políticos de las últimas horas.
Son relatos que permanecerán silenciados en las grandes corporaciones mediáticas, y son una evidencia incontrastable del carácter golpista y antidemocrático de las fuerzas que han decidido destituir a Manuel Zelaya.
Durante la tarde del domingo, un comando militar se tomó las instalaciones (y clausuró la transmisión) de Radio Globo en Tegucigalpa. Esta es la declaración de su dueño Alejandro Villatoro.
“La Gerencia General de Radio Globo, denuncia ante ustedes que, después de las acciones de hecho que se dieron que concluyó con deponer al presidente Manuel Zelaya Rosales, se inició una campaña de intimidación en contra de los medios de comunicación independientes, entre ellos, esta Casa de Radio que fue objeto de un atentado.
Desde las seis de la mañana cuando nos presentamos a nuestras labores, el edificio principal, estaba militarizado, después de algunas negociaciones nos permitieron el ingreso.
Fueron varios los intentos que hicieron los militares por penetrar hasta el edificio de donde trasmitíamos a Honduras y al mundo lo que realmente sucedía en el país. A las seis de la tarde, un comando militar integrado por unos sesenta elementos del ejercito, tomaron por asalto las instalaciones físicas de la radio, nos sacaron del aire y los compañeros que en ese momento se encontraban en el establecimiento fueron objetos de amenazas a muerte, golpes e intimidaciones. En el caso de Alejandro Villatoro es diputado suplente y no respetaron tal condición.
En el caso particular, de David Ellner Romero existía orden de captura razón por la cual logró escapar lanzándose al vacío desde un tercer piso del edificio que alberga la radio.
Al operador Franklin Mejia, quien es menor de edad, fue golpeado, y en una actitud discriminativa le gritaban (negro hijo de….te vamos a matar si no nos dices desde donde estas trasmitiendo y otras ofensas denigrantes a la condición humana).
Señores: El fondo de todo este atentado fue, y es, para acallar a la única emisora en Honduras que trasmitía los sucesos tal como se dieron. En la actualidad, y después de negociaciones con los militares, la radio reabrió sus operaciones pero bajo una serie de condiciones que limitan la libertad de expresión en el país.”
Horas después de la restitución de la señal de Radio Globo, pude monitorear por Internet la señal de la emisora y una de las conductoras mencionó que estaban realizando sus labores con “restricciones”.
Es decir, que tuvieron que negociar su autocensura para poder seguir transmitiendo.
Peor era la situación para los trabajadores del Canal 36, Cholusat Sur, cuyo propietario pudo comunicarse con el canal Telesur para denunciar lo siguiente:
“Buenos días, desde ayer por la mañana (por el domingo), a las 5.30 de la mañana, hombres armados ingresaron a las instalaciones de Canal 36, Cholusat Sur, un canal de televisión que está ubicado para referencia de ustedes a unas 3 cuadras de la casa presidencial. Los militares llegaron al mando de un coronel diciendo que cumplía una orden superior para tomarse el canal. Nuestro equipo estaba dispuesto a transmitir la actividad del fin de semana pero nos fuimos sometidos, obligados a suspender nuestra transmisión y en el cerro, en el lugar donde están nuestras plantas transmisoras, hombres armados también obligaron a nuestros operadores a no encender los equipos de televisión.
A esta hora estamos sufriendo ya más de 24 horas de estar fuera del aire, de no poder entrar a un edificio privado, es un edificio nuestro que está bajo control de los militares y lamentablemente no podemos entrar para ejercer la honrosa labor profesional del periodismo en Honduras libre, el periodismo independiente que no se compra, que no se vende. ¡No nos dejan transmitir en Canal 36!, Cholusat Sur, ahí están todavía militares armados como si fuéramos delincuentes. El bloque está cerrado, las puertas a nuestro canal están cerradas y cada uno de los pisos, son cuatro pisos nuestro canal están militarizados en este momento y lamentablemente no hay ninguna autoridad que se haga responsable ni que se haya contactado con nosotros para permitirnos hacer este trabajo.
No hemos podido sacar ni siquiera un cable de audio. Los militares no nos permiten, no nos permiten sacar ni una cámara de televisión, los militares no permiten que usemos nuestras unidades móviles, eso es lamentable. Mi nombre es Esdraf Amado López y no podemos salir, no podemos reportear en las calles. Yo tengo una amenaza de ser capturado y sacado del país, estamos en la clandestinidad por órdenes superiores según nos han hecho saber en las últimas horas.
Don Roberto Micheletti quien ayer (por el domingo) supuestamente asumió un cargo que se rechaza por la mayoría de los hondureños como ustedes lo están mostrando en las calles dijo que este era un gobierno democrático, pero Canal 36, Cholusat Sur tiene 24 horas de estar sometida a la bota militar. No nos dejan ingresar. ¡Estamos sometidos a la bota de los militares en Canal 36 y no nos dejan entrar! Estos mismos militares que sacaron por la fuerza a Mel Zelaya ahora nos quieren sacar del aire, nos han sacado del aire y amenazan con sacarnos del país a los que trabajamos en este medio de comunicación independiente.
Yo no puedo ir al canal, soy el propietario del canal, soy el propietario del edificio donde opera el canal y soy el director de los noticieros ‘Así se informa’ y hasta este momento no sé cuál es el delito que hemos cometido, no sé la infracción que hemos cometido para que de manera abrupta hayan ingresado al canal militares uniformados tomándose el Canal 36 como si fuera ese una sede de delincuentes, como si canal 36 fuera una sede de conspiradores. Lamentamos esto y lo denunciamos hoy a través de ustedes, al pueblo hondureño y a los países amigos de Honduras que nos reconocen, estamos denunciando que este nuevo régimen que ha golpeado la democracia hondureña también está golpeando la prensa del país. Mis compañeros de trabajo que están en la calle están temerosos de sus familias, están clandestinamente ocultados, teniendo miedo de que vayan a sufrir represalias en contra de ellos, especialmente el jefe de noticias que es el licenciado Javier Aguilera, mi mando derecha en los noticieros ‘Así se informa.”
Por último según distintas fuentes, la señal de Telesur que está ofreciendo una amplia cobertura de los sucesos acontecidos en torno al golpe de Estado fue censurada por las empresas de cable de Honduras.